Peter, Björn & John
Me da rabia que un grupo que gusta, me decepcione en directo. Peter, Björn & John, sencillamente se lo podían haber currado más. Este texto hubiese sido realmente diferente si me pusiese a hablar de sus dos últimos discos, a cada cual mejor; de sus grandes y notables influencias (el pop setentero; grupos como Jesús & Mary Chain, The Smiths,…); y la perfección y delicadeza de sus temas con esos arreglos y voces tan medidos, que dan como resultado algo muy elegante, recordándonos en ocasiones a sus compatriotas The Cardigans. Pero en esta ocasión escribo sobre lo que tendría que haber sido para mí, la culminación de una gran obra: la presentación de la misma en vivo y en directo.
La cultura del single, el mega hit, o como se quiera llamarlo, a veces es buena, y a veces no tanto. La pregunta de mi amiga no era tan descabellada cuando en los últimos meses no ha parado de sonar el tema Young Folks, de la susodicha banda sueca, por todas partes (incluido ya en un spot publicitario), y conseguir desbancar el silbido más conocido y atormentador de la última década, el de "Kill Bill" (esta era la parte buena del single). El caso es que el tema en cuestión es sencillamente bonito, el pop roza la perfección, gracias al dúo femenino/masculino que se forma con la colaboración de la mágica voz de Victoria Bergsman, vocalista de The Concretes, y esa melodía pegadiza y armónica silbada. Pero la hora de la verdad llegó, y Peter, Bjorn & John prometían mucho y no alcanzaron un mínimo aceptable en consideración con la calidad de sus discos, sobre todo del último. Y lo siento mucho por ellos, pero es que este trío creado en 1999, con tres discos en el mercado ("S/T", "Falling out" y "Writer´s Block"), y entre sus filas la gran experiencia de Björn Yttling (bajista, teclista, productor y arreglista para The Concretes, Shout out Louds y Nicolai Dunger entre otros), no se puede permitir el lujo de hacer un directo tan débil y pobre, propio de una banda recién nacida (aunque según me comentaron a veces las new borns bands son grandes sorpresas, véase a los jovencísimos Goodbooks que les precedieron presentando su primer disco, yo no tuve ocasión de verlos)
Los chicos de Estocolmo comenzaron bien. Tres componentes potentes en un grupo que se veía con ganas y fuerza de embelesar al público barcelonés, y lo demostraban estando especialmente comunicativos y alegres. Marcándose algunas frases en castellano y metiéndose al público en el bolsillo. Se notaba que había buen rollo entre ellos. Pero al tercer tema el ceño se me empezó a fruncir de manera inesperada, aquello no sonaba ni parecido al disco que tan gustosamente llevaba dos meses escuchando. Y no exijo que suene igual ni mucho menos, pero tan siquiera reconocer el tema… Primer chasco. Después un pequeño fallo técnico que perdonamos, a todos nos puede pasar, ya que con buen humor todo se salva. Y llegó el momento del hit comentado antes Young Folks, donde uno se espera que lo den todo, (teniendo en cuenta que el 70% de los asistentes estaban allí gracias a él) y la decepción fue enorme. Me tocó la fibra sensible del cabreo que la conocidísima melodía silbada, esa gran parte de su gran tema, fuese grabada. Se generó un murmullo generalizado entre la gente preguntándose ¿quién silba?, todos lo dábamos por hecho. El remedio del cantante ante el desconcierto, fue peor que la enfermedad, acercarse a la primera fila, y ofrecer el micro para que algún audaz fan la tararease. En fin… mi indignación estaba ya, más que justificada.
Suerte la nuestra, que el tedioso concierto se arregló en el último tema, donde por fin, Peter, Björn y John se desataron y dio la sensación de que estábamos asistiendo a un directo en condiciones de una banda polifacética. Por lo menos lograron dejarme con el beneficio de la duda, y espero tener la oportunidad de volver a verlos y sacarme el mal sabor de boca. En resumidas cuentas, termina el concierto de golpe, echas un suspiro al aire que suena a indiferencia y en tu cara aparece una extraña mueca de no aprobación total.
Me da rabia que un grupo que gusta, me decepcione en directo. Peter, Björn & John, sencillamente se lo podían haber currado más. Este texto hubiese sido realmente diferente si me pusiese a hablar de sus dos últimos discos, a cada cual mejor; de sus grandes y notables influencias (el pop setentero; grupos como Jesús & Mary Chain, The Smiths,…); y la perfección y delicadeza de sus temas con esos arreglos y voces tan medidos, que dan como resultado algo muy elegante, recordándonos en ocasiones a sus compatriotas The Cardigans. Pero en esta ocasión escribo sobre lo que tendría que haber sido para mí, la culminación de una gran obra: la presentación de la misma en vivo y en directo.
La cultura del single, el mega hit, o como se quiera llamarlo, a veces es buena, y a veces no tanto. La pregunta de mi amiga no era tan descabellada cuando en los últimos meses no ha parado de sonar el tema Young Folks, de la susodicha banda sueca, por todas partes (incluido ya en un spot publicitario), y conseguir desbancar el silbido más conocido y atormentador de la última década, el de "Kill Bill" (esta era la parte buena del single). El caso es que el tema en cuestión es sencillamente bonito, el pop roza la perfección, gracias al dúo femenino/masculino que se forma con la colaboración de la mágica voz de Victoria Bergsman, vocalista de The Concretes, y esa melodía pegadiza y armónica silbada. Pero la hora de la verdad llegó, y Peter, Bjorn & John prometían mucho y no alcanzaron un mínimo aceptable en consideración con la calidad de sus discos, sobre todo del último. Y lo siento mucho por ellos, pero es que este trío creado en 1999, con tres discos en el mercado ("S/T", "Falling out" y "Writer´s Block"), y entre sus filas la gran experiencia de Björn Yttling (bajista, teclista, productor y arreglista para The Concretes, Shout out Louds y Nicolai Dunger entre otros), no se puede permitir el lujo de hacer un directo tan débil y pobre, propio de una banda recién nacida (aunque según me comentaron a veces las new borns bands son grandes sorpresas, véase a los jovencísimos Goodbooks que les precedieron presentando su primer disco, yo no tuve ocasión de verlos)
Los chicos de Estocolmo comenzaron bien. Tres componentes potentes en un grupo que se veía con ganas y fuerza de embelesar al público barcelonés, y lo demostraban estando especialmente comunicativos y alegres. Marcándose algunas frases en castellano y metiéndose al público en el bolsillo. Se notaba que había buen rollo entre ellos. Pero al tercer tema el ceño se me empezó a fruncir de manera inesperada, aquello no sonaba ni parecido al disco que tan gustosamente llevaba dos meses escuchando. Y no exijo que suene igual ni mucho menos, pero tan siquiera reconocer el tema… Primer chasco. Después un pequeño fallo técnico que perdonamos, a todos nos puede pasar, ya que con buen humor todo se salva. Y llegó el momento del hit comentado antes Young Folks, donde uno se espera que lo den todo, (teniendo en cuenta que el 70% de los asistentes estaban allí gracias a él) y la decepción fue enorme. Me tocó la fibra sensible del cabreo que la conocidísima melodía silbada, esa gran parte de su gran tema, fuese grabada. Se generó un murmullo generalizado entre la gente preguntándose ¿quién silba?, todos lo dábamos por hecho. El remedio del cantante ante el desconcierto, fue peor que la enfermedad, acercarse a la primera fila, y ofrecer el micro para que algún audaz fan la tararease. En fin… mi indignación estaba ya, más que justificada.
Suerte la nuestra, que el tedioso concierto se arregló en el último tema, donde por fin, Peter, Björn y John se desataron y dio la sensación de que estábamos asistiendo a un directo en condiciones de una banda polifacética. Por lo menos lograron dejarme con el beneficio de la duda, y espero tener la oportunidad de volver a verlos y sacarme el mal sabor de boca. En resumidas cuentas, termina el concierto de golpe, echas un suspiro al aire que suena a indiferencia y en tu cara aparece una extraña mueca de no aprobación total.
Ceci Díaz
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