Si os gusta el jazz, seguramente ya sabréis que esta calle es la elegida por diferentes bandas para ofrecernos su música.
Los domingos podemos escuchar a New Orleans Ragamuffins, una banda al más puro estilo dixieland, donde el piano tiene una importancia fundamental –heredada del ragtime-, juntamente con la trompeta, el clarinete y el banjo. Algunas piezas también tienen voz. Su música, muy bailable, nos transporta a ese crisol de culturas que fue Nueva Orleans a principios del siglo XX. El público disfruta la propuesta e incluso hay parejas que se atreven a bailar. Tienen una audiencia fiel que añora ese sonido dixieland de los años 20 y que ellos recuperan con brillantez.
Entre semana, en el mismo punto, nos encontramos a otro grupo: Jinx Jazz Band. Éste es un quinteto al que a veces se le unen otros músicos. Se conocieron hace cuatro años y ya han grabado su tercer CD. En este caso, tocan temas del esplendor del jazz, famosas melodías de los años 30. Aquí el piano es sustituido por la washboard, instrumento de percusión, para marcar el ritmo, lo que le infunde un sonido muy característico. Tocan por la mañana y por la tarde, captando la atención de paseantes y turistas que los fotografían sin parar, para llevarse a casa un recuerdo del jazz elegante que practicaban las orquestas de los años 30.
Ambas bandas son dos proyectos muy sólidos, con músicos muy solventes, que encuentran en la calle barcelonesa su mejor público. Prueba de ello, es que llevan muchos años tocando para nosotros en el mismo sitio. ¡Y que dure!
Sin duda ellos también forman parte de la eclosión del jazz en Barcelona, aunque no se muevan en circuitos comerciales, contribuyendo a situar nuestra ciudad dentro de la escena jazzística internacional.
Sílvia Badia
domingo, 19 de noviembre de 2006
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1 comentario:
life just good
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