viernes, 2 de marzo de 2007

Glastonbury desde dentro

"Glastonbury", la última película de Julien Temple, no se ciñe a las actuaciones musicales que han pasado por sus escenarios a lo largo de sus 35 años de intensa vida, sino que nos quiere hacer sentir el espíritu del festival a través de la experiencias real de la gente normal, del público. El hilo conductor de las imágenes es el agricultor Michael Eavis, que fundó y sigue dirigiendo este peculiar encuentro musical. Eavis explica que una de las claves del éxito del certamen es el lugar donde se ubica: el valle de Avalon (suroeste de Inglaterra), un lugar que para él es sagrado y mítico, ya desprende una atmósfera de extraña llena misterio y espiritualidad.

La idea de montar el festival se le ocurrió al propio Eavis cuando asistió al Festival de Blues de Bath (sur de Inglaterra), y decidió organizar algo similar en su propia granja – de 280 hectáreas- donde los asistentes a los conciertos disfrutaran de la música además de comprar productos de su granja. El evento no se ha realizado cada año desde 1970, ya que ha sido cancelado en varias ocasiones por problemas de delincuencia y daños al medio ambiente. Eavis reunió la primera vez a más de dos mil personas. Lo que hace treinta años nació como una congregación de hippies mayoritariamente británicos, que consiguió contar con artistas de la talla de David Bowie, hoy es una cita internacional que reúne a las mejores bandas de rock y pop del momento (salen en el documental pequeños fragmentos de actuaciones de grupos como Chemichal Brothers, Primal Scream, New Order, Morrissey, Coldplay, Pulp o Bjork).

Cuando Temple decidió que quería hacer una película acerca de Glastonbury tenía claro que no quería hacer un documental periodístico al uso, sino que su intención desde el principio era captar la esencia de porque cada año miles personas de lugares diferentes, de tribus diferentes, de culturas diferentes, buscan la emoción de escuchar música en directo entre las colinas de un valle milenario. Y para eso el director hizo un llamamiento a los videoaficionados que habían acudido al festival para que le enviaran sus tomas. De esa forma, se aseguraba que el documental no se realizara desde el punto de vista de los periodistas o de los artistas, sino que fuese desde la mirada de los asistentes, de los fans. Pero las previsiones de Temple fueron desbordadas por completo llegando a recapitular 54.000 minutos de filmación. El director ha realizado una selección de todo este material y las ha mezclado con algunas tomas tomadas por el propio Temple, y con imágenes cedidas por la BBC de algunos de los conciertos más representativos.

"Glastonbury" refleja también la otra cara de los festivales multitudinarios; su organización. Como y donde ubicar a los miles de asistentes cuando van llegando, como sitúan en las tiendas de campaña, la suciedad que genera un festival de esas dimensiones y como se limpian las instalaciones, las actividades paralelas que realizan los asistentes. La seguridad también es uno de los temas que plasma el reportaje. Se da la paradoja que antes la policía actuaba como represión y ahora se dedica a que nadie se cuele en las instalaciones. En los 70 la gente asistía al festival para huir de la censura buscando un lugar donde estaba más libre; el festival era un símbolo político en la lucha por las libertades y tomaban drogas como experimentación. En la actualidad se ha despolitizado totalmente. La gente escapa de la rutina diaria, van al festival a desconectar y a disfrutar, y la droga no es más que otra forma de evasión. Con "Glastonbuy", Julien Temple ha ganado el 4º Festival de Cine Documental musical de Barcelona (In-edit) en la sección oficial internacional.

Jesús Palacios

1 comentario:

Unknown dijo...

Tu texto está compuesto por cuatro párrafos. El primero es introductorio y ofrece alguna pista sobre el documental. El segundo lo dedicas al festival –no al documental sobre el festival-, mientras que el tercero lo empleas en explicar cómo afrontó Temple el documental dejando para el cuarto la descripción de los temas que aborda Temple –no cómo los aborda, que sería la materia central del comentario-. Creo que se puede organizar mejor el material y el espacio, porque por ejemplo los tres primeros párrafos pueden quedar en: “Julian Temple aborda en Glastonbury la crónica de los más de treinta años de historia del festival y lo hace de forma nada convencional. Lejos de plegarse a un concepto consabido –periodístico y tópicamente documentalista- el director de cine toma a Michael Eavis, fundador del festival, como nexo que interconecta los diversos temas, ilustrados por las imagenes que solicitadas por Temple en un llamamiento público enviaron aquellos que habían estado presentes como público en alguna de sus ediciones”. A partir de aquí, todo el resto del texto lo podrías dedicar al análisis: montaje, temática seleccionada, realización,. Estructuración de su líena argumental etc; de suerte que quien te lea sepa cual es tu opinión sobre la pieza. No importa cómo es Glastonbury, sino cómo lo cuenta Temple y cual es tu razonana impresión al respecto.