No lo entiendo. Piratas del Caribe iba bien.En La Maldición de la perla negra se presentaban unos personajes de los más atractivos (y eso que los bucaneros parecían pasados de moda), Johnie Depp estaba que se salía construyó un personaje que caía simpatico por sus gestos por su forma de mirar. Keira Knightley no se quedó con el mero papel de chica que debe ser rescatada sino que era uno de los hilos que hacía avanzar la acción, además de ofrecer un personaje femenino valiente y duro en un mundo rodeado de hombres. Incluso Orlando Bloom, que no me entusiasma mucho, era convincente aunque su cara siempre fuera la misma.
Con El cofre del hombre muerto realmente se lucieron. Ya no solo por la cantidad de acción que recorría el film (cosa que hace que muchos desprecien esta segunda parte) sino por la introducción de elementos que se encuentran en las novelas de piratas empezando por el barco del H0landés Errante hasta las canciones a favor del ron. La invención del calamar ese llamado Davie Johns y el kraken era un toque más exagerado, pero se le perdonaba, porquie la historia tenia cierta lógica. Aunque es cierto que ese final abierto empañaba lo visto anteriormente. Porque no nos engañemos. A nadie le gusta que le dejen a medias.
Pero bueno El cofre... prácticamente obligaba a ver esta En el fin del mundo. Y aquí está el error. En este tercer film. Donde, además de desaparecer casio por completo durante la mayor parte del metraje el capitán Sparrow, la acción que caracterizaba a esta película brilla por su ausencia. Y es que no nos engañemos, quien va a ver Piratas del Caribe no busca que le cuenten historias, sino que le entretengan. Pero con estas largas y enrevesadas fábulas de un límbo bajo nuestros pies, y una muerta entre los vivos (que por la cara que hacía ya se veía venir) no hay quien trague. Porque se han hecho la picha un lío, que resurja Depp como sesa, pero al menos que lo haga rápido, que la muerta viva si quiera, pero que se explique mejor toda su historia rara, para que la acción reaparezca rápido y no la concentren en los últimos 20 minutos.
Es una pena que esta trilogía tenga que acabar así, con una tercera entrega que se recordará por la aparición de Keith Richards como papá de Sparrow y no como un gran final para lo que parecía ser un gran resurgir pirata.
Suerte que una semana después de ver a los piratas pude ver a Fincher, pero ese es otro tema)
Joan Colás
lunes, 4 de junio de 2007
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